¡¡ Muy buenas!!
Borrador fue mi primer nombre de
pila.
Aunque el trabajo que me
asignaron era el de eliminar los signos o marcas de grafito sobre el papel.
Pasé por varias fases: nací de
miga de pan, que me utilizaban como elemento para eliminar los trazos sobre el papel.
Posteriormente en el año 1770
Joseph Priestley descubrió por casualidad, mi nueva cualidad, la de frotar una
pequeña masa de caucho sobre el papel que se había pintado antes con lápiz, la
marca desaparecía al instante.
Pero yo tenía un problema, que al
ser de caucho a los pocos días me pudría y empezaba a oler realmente mal, ese
inconveniente me lo solucionó Charles Goodyear, por el año 1844 me hizo un
proceso de vulcanización.
Ya como goma, ejerzo mi función
con los efectos que detallo, los trozos de goma que se desprenden al frotar el
papel se enrollan por el movimiento repetido y que arrastran en el interior de
las virutillas las partículas de grafito escrito o dibujado en el papel.
Las primeras que nos
comercializamos éramos pequeños bloques de caucho natural, pero como ya os he
explicado, nos pudríamos y olíamos muy mal, hasta que se inventó la
vulcanización.
Tengo muchas compañeras con
distintas variedades: las de caucho, de plástico, abrasivas o suaves, según
para que nos vayan a utilizar.
En el año 1858, Hymen Lipman me pegó
en un extremo del lápiz y de esta forma aparecí como lápiz-goma.
En 1918 y en España empezaron a
fabricarnos con caucho sintético y nos conocían con el nombre de “gomas de miga
de pan”. Fuimos un éxito y nos hicimos muy populares. 40 años después en la
península ibérica fabricaron a mi compañera con resina de plástico a la que
llamaron “Nata”
Actualmente estamos las gomas
para borrar trazos de lápiz, las que eliminamos las marcas de los bolígrafos
borrables, las que nos utilizan para tinta, en 1960 la familia aumento con las
que borraban la escritura de la máquina de escribir, éramos utilizadas en
escuelas y oficinas.
Durante los años 1950 empezaron a
enviarnos a latino américa y fue el inicio de la exportación de la “goma”.
Nos fueron mejorando y en los
años 1980 nació otra prima de plástico extra suave, que borra sin dejar
virutas.
Yo, la “goma", he disfrutado mucho
recordando mi historia durante todos los años de mi existencia.
Saludos de vuestra amiga.