Ha llegado el momento que nos
presenten, existo desde 1.665, aunque hay indicios que fue en 1.564 cuando me
descubrieron como grafito en Cumberland (Inglaterra).
Cuando nací me utilizaron para
marcar ovejas, desde ese instante se considera que soy lápiz de grafito y mi
vestido era de piel, fui tan popular que me llevaron a Francia durante la corte
de Luis XIII.
En el año 1.792 el ingeniero
francés Jacques Nicola Conté ideó mezclar mi cuerpo de grafito con arcilla para
que según la proporción, mi escritura tuviera más o menos dureza (HB, H, B y F),
también me vistieron con una funda de madera de cedro, pronto estuvimos
presentes en todo el mundo.
Como lápiz de grafito puedo
escribir durante 56 kms. de longitud.
En 1.858 me pegaron en un extremo
el borrador que podía eliminar lo que había escrito. Me utilizan personas de
todas las edades y condiciones, es decir por prácticamente toda la humanidad.
Anterior al grafito se escribía
con una varilla de plomo y plata, con la que en lugar de escribir se grababa.
Otros medios como la máquina de
escribir y el ordenador (teclado e impresora)
han intentado quitarme protagonismo, sacarme del servicio y enviarme al
rincón de los trastos pero sin conseguirlo y aún sobrevivo.
Como lápiz soy imprescindible y
necesario porque estoy en las escuelas, hogares y oficinas.
Actualmente en Brasil, que es el
primer productor de lápices con más de 5.000 millones de unidades anuales y a
nivel mundial supera la fabricación de 20.000 millones de piezas.
Posteriormente vinieron mis
parientes, primos, sobrinos… como la pluma, la estilográfica y el rotulador.
Es un orgullo seguir siendo útil
siempre que me necesitéis.
Vuestro amigo El lápiz